Adiós 2016, ten por seguro que no te echaré de menos.
He tomado impulso y pienso volar alto en 2017 y no encuentro mejor manera de despedirme de ti que recordando lo mejor de este maldito año.
Libro que ha dejado poso.
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Ser cuidadora por partida doble de mis pequeñas gatas diferentes entre sí y que tanto me aportan y enseñan.
Haber aprendido tanto sobre feminismo este año. No cansarme, no desistir, crecer, empoderarme.
Mi trabajo, la independencia, el enfrentar los problemas laborales y conseguir equilibrio con la vida personal. Crecer profesional y personalmente. Ser independiente económicamente por primera vez en mi vida. Haber podido rechazar otros caminos que antes ni hubiera imaginado porque ni siquiera tenía la oportunidad de decidir.
La música. Sia.
Escribir. Fracasar en en NaNo. Tener el valor de empezarlo.
El amor. Siempre. Amor de quererse bien, de poliamor, de mente abierta y corazón lleno, de encontrarse en los proyectos, de avanzar juntos y superar retos, de no imponer, de parar de sufrir. Amor de familia: la impuesta y la elegida.
Amor de pareja.
Autoamor.
Los impulsos. Los proyectos.
Este año no he tenido vacaciones, no he tenido grandes alegrías, han sido unos meses duros. Pero he conseguido muchas cosas y las he conseguido prácticamente sola. Este año tiene que ser bueno a la fuerza porque he sembrado tanto que dentro de poco tendré que recoger bastantes cosas buenas.
Haced las paces con vuestro 2016 y preparad el corazón y la mente para el próximo.
Felices fiestas y feliz fin de año.
Voy a acabar el año feliz y voy a empezar el próximo feliz. Y va a continuar siendo feliz, seguro.
Ayer hubo catarsis, saqué lo que llevaba dentro desde hacía meses y me enfrenté a mi dementor. Y ni tan mal. Mucho llanto y mucha rabia, pero pude por fin decir todo lo que quería. Eso sí, vaya tela cómo hay que maquillar el discurso para que no resulte ofensivo ni parezca un ataque...
Después de hora y pico llorando me llegó una llamada inesperada: una oferta de empleo "de lo mío" para un año de un sitio que me fui hace dos años. Me fui de allí porque me daba ansiedad, estaba casi en una depresión y había renunciado a mi vida personal y familiar. Corté por lo sano después de 8 años porque no había podido crecer ni avanzar, porque me hacía sentir pequeña, porque no me ofrecía nada. Y ahora, que soy indefinida y con un panorama muy alentador en otra empresa que no tiene nada que ver, de repente, me llega la oferta.
#MATAMECAMIÓN
Llevo dos años construyendo una vida nueva con mucho esfuerzo y pasión, dos años invirtiendo en mi futuro y escalando desde cero hasta donde estoy ahora. Dos años en los que he conseguido ser respetada, sentirme segura, valorada, desarrollada... Y sí, no es "de lo mío", pero me permite seguir avanzando, seguir creciendo y mantener a mi familia. Mi trabajo me ofrece seguridad, equilibrio, aprendizaje continuo, retos, realización personal y estabilidad económica. Lo que dejé atrás era vocacional, sí, pero me costó mi salud mental y mis relaciones.
Ahora me siento mal porque hoy, día de nochebuena, llamaré a mi ex compañero de trabajo para rechazar un puesto que se supone que debería aceptar porque "he estudiado para eso". Si lo miro de otra forma, aquí he venido a ser feliz, el trabajo no lo es todo, lo que cuenta es lo que se vive cuando se sale de él.
Una vez que solté todo el lastre que no me dejaba continuar, lo empecé a ver más claro
Si quiero ser feliz ya sé dónde debo estar y qué debo hacer.
Feliz navidad.
Este año pasado sufrí un bloqueo lector desde enero hasta mitad de julio. Bloqueo larguísimo, sí, pero en julio empecé de nuevo y ya no he parado. Eso sí, no he cumplido ningún reto, cosa que tampoco me importa porque estoy muy contenta con las lecturas elegidas este año, han sido pocas las que me han defraudado.
Sin embargo, 6 meses no han dado para tanto como yo esperaba y tengo algunos libros que quería leer y se me han quedado en la estantería.
1. Percy Jackson y la maldición del titán. Rick Riordan.
Las dos partes anteriores las he leído en 2016 y ésta es la última que tengo, aún me faltan dos libros para completar esta saga y no sé si seguiré haciéndome con los libros que el autor escribió posteriormente. Seguramente sí, porque me parecen muy divertidos y rápidos.
2. Los habitantes del bosque. Thomas Hardy.
Clasicazo de la narrativa inglesa en una edición preciosa que compré con un vale de descuento el pasado septiembre y al que no me ha dado tiempo meter mano. Nunca he leído nada de Hardy y, como me pasa con todos los grandes, me da un poco de miedo.
3. La prima Bette. Honoré de Balzac.
Ha sido un abandono. Era la lectura del club Pickwick de los meses noviembre y diciembre, pero no he podido con ella. No me gustaría dejarlo pasar, quiero darle una segunda oportunidad, a lo mejor es que no era el momento, aunque no ha sido un libro muy disfrutado por los integrantes del club... Una pena, tenía altas expectativas con Balzac.
4. Agnes Grey. Anne Brontë.
De las hermanas Brontë apenas he leído nada y me llama mucho la atención Anne porque es la menos conocida de las tres. Me pedí este libro a Amazon con un cheque regalo de Ipsos muy ilusionada pero, después, otras lecturas lo han dejado apartado.
5. Las hermanas Makioka. Junichiro Tanizaki.
Después de leer Kokoro (N. Soseki), mis ganas de literatura japonesa aumentaron. Esta historia me llamó mucho la atención porque trata de la historia de 4 mujeres antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Las historias de mujeres siempre me atraen porque suelen hablar también de sociedades y costumbrismo. Y Japón es un país que me resulta muy curioso y diferente a todo lo que conozco, así que fue una elección relativamente fácil. 2017 será su año, seguro.
¿Vosotros tenéis algún libro que se os haya quedado en el tintero este año?
Y recibir al próximo con los brazos y la mente abierta.
En esas estamos.
